lunes, 23 de marzo de 2015

El telescopio espacial Kepler de la NASA

El telescopio espacial Kepler de la NASA descubrió recientemente un planeta como la Tierra orbitando una estrella cercana dentro de la zona habitable de nuestra galaxia. Kepler-186f está a unos 500 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne.

La zona habitable, también conocida como la zona Ricitos de Oro, es la región alrededor de una estrella dentro de la cual los objetos de masa planetaria con suficiente presión atmosférica pueden soportar el agua líquida en su superficie. Si bien se ha estimado que hay por lo menos 40 mil millones de planetas del tamaño que orbitan en nuestra Vía Láctea, este descubrimiento particular, se etiqueta el primer planeta del tamaño que se encuentra en la zona habitable de una estrella más.




Qué quiere decir esto?

Además de Kepler-186f, hay otras 4 planetas que orbitan alrededor de una estrella cercana dentro del sistema Kepler-186f. Lo que esto significa es que si la estrella cercana a este planeta es similar a nuestro Sol, entonces la probabilidad de vida en este planeta se eleva exponencialmente.

"Sabemos de un solo planeta donde la vida existe - Tierra. Cuando buscamos la vida fuera de nuestro sistema solar nos centramos en la búsqueda de planetas con características que imitan a la de la Tierra ", dijo Elisa Quintana, científico investigador en el Instituto SETI en el Centro de Investigación Ames de la NASA en Moffett Field, California., y autor principal del artículo publicado hoy en la revista Science. "Encontrar un planeta zona habitable comparable a la Tierra en tamaño es un gran paso adelante."

La estrella cercana a Kepler-186f tiene la mitad de la masa y tamaño que el Sol de nuestro sistema solar y sólo recibe un tercio de la energía que recibimos de nuestro Sol Kepler-186f orbita su estrella una vez cada 130 días.


Documental:



¿Crees que hay vida en otros planetas? Comentario de abajo!

http://es.wikipedia.org/wiki/Habitabilidad_planetaria


Sobre el autor

Gregg Prescott, MS es el fundador y editor de In5D y BodyMindSoulSpirit . Él conduce un programa espiritual semanal sobre In5D Radio y promueve espirituales, metafísicos y esotéricos conferencias en los Estados Unidos a través de In5dEvents . Gregg está trabajando en colaboración con Michelle Walling, CHLC, en la apertura de una clínica ambulatoria integral llamado Alternativa de Salud Holística (AHH) en Sarasota, FL con filiales posteriores de todo el mundo sobre la base de este modelo.

Imagen destacada: Interpretación del artista de lo que Kepler 186F puede ser similar.

Al descubrir un investigador vieja y los adivinan:

Kepler-186f ¿malas noticias para la humanidad?


A estas horas ya deberías tener conocimiento del último descubrimiento astronómico, el de un planeta “similar a la Tierra” capaz de albergar vida tal y como la conocemos, aunque lo de “similar” es algo muy subjetivo y lo de la vida es altamente hipotético, hablo de Kepler-186f, un mundo de un tamaño similar al de nuestro planeta y que se encuentra a 492 años luz en torno a una estrella de una edad similar a nuestro Sol, aunque algo más fría.

Su posición en su sistema solar, dentro de la llamada “zona de habitabilidad”, podría proporcionarle la temperatura requerida para la presencia de agua líquida en su superficie, por ello han corrido ríos de tinta mostrando cómo podría ser este mundo.


Zonas de habitabilidad de la Tierra y Kepler 186f.


Pero aunque la noticia ya ha dejado de aparecer en los medios generalistas, hay malas noticias para todos aquellos que tratan de buscar ese hogar cósmico donde encontrar a nuestros primos galácticos. Este descubrimiento también aumenta el crédito de una de las más terribles ideas, la de la extinción humana a corto plazo, algo que se conoce como el gran filtro.


¿Terminaremos extinguiéndonos?


El gran filtro es un argumento que intenta resolver la paradoja de Fermi: ¿por qué no hemos sido capaces de encontrar una civilización alienígena tecnológicamente avanzada pese a que en nuestra galaxia existen miles de millones de sistemas solares donde podría evolucionar la vida? Y es que como señalo el físico Enrico Fermi, parece bastante extraordinario que no hayamos sido capaces de detectar una simple señal extraterrestre o vislumbrar un gran proyecto de ingeniería, dejando de lado a los teóricos de la conspiración OVNI que señalan todo lo contrario.


Fermi, el científico que se preguntó porqué no hemos visto una civilización extraterrestre.



Una Esfera de Dyson, hipotético megaproyecto para aprovechar toda la luz de una estrella, que deberían construir civilizaciones avanzadas tecnológicamente, pero que no hemos visto.



Y es que esta aparente ausencia de prósperas civilizaciones extraterrestres sugiere que es sumamente improbable que se den todos los pasos necesarios pasar de un humilde planeta estéril a albergar una gran civilización interestelar. 


Y es que, aunque los astrobiólogos señalan que la vida podría ser algo muy común en el Universo, la inteligencia necesaria para alcanzar la capacidad de crear una tecnología avanzada podría ser extremadamente rara, o lo peor de todo, la vida inteligente tiene una tendencia natural a auto-extinguirse. 
Estos dos planteamientos representan un cuello de botella para que surjan civilizaciones alienígenas en algunos de los miles de millones de planetas de la galaxia, es lo que se conoce como el gran filtro.

Y el que provoca la aparición de este cuello de botella ha sido cuestión de intensos debates desde hace más de 50 años. Algunas explicaciones señalan una posible “escasez de mundos similares a la Tierra” y la carencia de moléculas auto-replicantes. 

Otras nos muestran una posibilidad algo más real y más acorde con los estudios de los astrobiólogos, el salto necesario para pasar de una simple forma de vida procariota, células sin partes especializadas, a la vida eucariota más compleja, podría ser algo improbable, después de todo, en la Tierra tardamos más de 1.000 millones de años en dar ese paso.


¿Cómo las bacterias pasaron a formas de vida más complejas?

Los defensores la hipótesis “la rara Tierra” también argumentan que la evolución de la vida compleja requiere un número excesivamente grande de perfectas condiciones y casualidades. 

Además de la Tierra se encuentre en la zona habitable del Sol, nuestra estrella tiene que estar lo suficientemente lejos del centro galáctico para evitar que la intensa radiación destruya cualquier forma de vida, el sistema tiene que tener grandes y masivos mundos gaseosos que actúen como escudos evitando que nuestro hogar sufra un bombardeo continuo de asteroides; otra de estas casualidades la vemos casi a diario, cuando nos fijamos en el cielo nocturno, nuestra Luna inusualmente grande estabiliza la inclinación del eje, lo que impide que nuestro mundo sea asolado por grandes cambios climáticos.


La Luna, una de las grandes "singularidades" necesarias para que nuestro planeta pueda soportar vida.

Y estos son sólo algunos de los pocos requerimientos previos para que surjan formas de vida compleja. Para que surja una civilización es necesario la aparición del lenguaje simbólico, esta vida ha de ser capaz de crear herramientas, de esta forma, para que surja una especie inteligente podría ser necesario que se den nuevas “perfectas condiciones”. 

Aunque en este punto tenemos algo de suerte, nuestro hogar no sólo posee una especie inteligente, son varias las especies que han demostrado tener un nivel de inteligencia lo suficientemente elevado como para crear herramientas.


Chimpancés y abejas. Los unos tienen herramientas, las otras, un lenguaje simbólico.

Y mientras aparición de la vida inteligente podría ser algo bastante extraño, el silencio también puede ser el resultado esa idea realmente terrible, la vida inteligente emergente no tiene por qué sobrevivir durante mucho tiempo.

 ¿Podría cada civilización lo suficientemente avanzada toparse con una tecnología que la lleve a la autodestrucción y seguir una trayectoria insostenible? ¿Os suena de algo?...

este es el punto en el que parece que estemos actualmente, nuestro consumo desmedido de recursos, nuestra modificación del ambiente y su excesiva contaminación podría dar lugar al colapso de la civilización.


Puede que la presión sobre los recursos del planeta lleve a guerras interminables y de exterminio.

Así que ya sabemos que un gran filtro podría impedir que surja una civilización interestelar próspera, pero desconocemos si es consecuencia directa de las actividades de dicha civilización, es decir, desconocemos si la humanidad ya ha alcanzado este gran filtro o lo haremos en el futuro.

Durante más de 200.000 años la humanidad ha sido capad de sobrevivir a supervolcanes, grandes impactos de asteroides o pandemias de origen natural. Pero si hablamos de nuestra tecnología más destructiva, nuestro historial de supervivencia se limita a unas pocas décadas. Y eso por no hablar de las futuras tecnologías que podrían dar lugar a la extinción de la humanidad, la modificación genética, la robótica y otros avances que ni imaginamos podrían llegar durante este siglo abriendo la caja de pandora de la autodestrucción.

Son muchos los que han señalado el riesgo de crear un avance biotecnológico potencialmente catastrófico, otros, como el mismísimo Stephen Hawking, ya han expresado su profunda preocupación por la posibilidad exótica pero poco estudiada de la creación de una máquina súper-inteligente, que no necesariamente nos vea con buenos ojos.


Si acaso terminamos exterminados, ¿será por nosotros mismos, o por uno de nuestros inventos?


Cuando inicialmente se propuso la Paradoja de Fermi, se pensaba que los planetas ya eran raros de por sí, sin embargo, desde entonces hemos sido capaces de descubrir nuevos mundos, y nuestros avances tecnológicos parecen indicar que tan sólo estamos viendo la punta del iceberg.

Pero cada nuevo descubrimiento de un planeta similar a la Tierra situado en la zona habitable, como Kepler-186f, se hace menos plausible la idea de que simplemente no existen otros planetas aparte de la Tierra en los que podrían surgir la vida.

Por lo tanto, el gran filtro simplemente podría indicar que aún no hemos alcanzado las capacidades tecnológicas necesarias para toparnos con nuestros primos galácticos. Puede que utilicen medios de comunicación totalmente fuera de nuestro alcance, o que no se hayan visto en la necesidad de utilizar tecnología (una civilización en un mundo acuático). Aunque el gran filtro podría estar al acecho en el camino entre un planeta habitable y una civilización floreciente.


Tal vez nos estén mandando mensajes, pero muy avanzados para nosotros, así que no los podemos ni entender ni detectar...


Si Kepler-186f albergase una civilización inteligente capaz de desarrollar una tecnología avanzada, entoncespodría ser una muy mala noticia para nosotros. No hemos detectado ninguna señal procedente de este mundo, así que este gran filtro podría haberse dado hace ya miles o millones de años, antes incluso del surgimiento de la humanidad. 
De ser así, podríamos esperar que en algún momento de nuestra existencia nos aguarda esa brutal catástrofe que acabaría con todos nuestros esfuerzos y esperanzas.

Aunque aún quedan esperanzas, en el caso de Kepler-186f, todavía tenemos muchas razones para pensar la vida inteligente podría no aparecer. Su posición en el sistema nos señala que sería un mundo demasiado frío, la escasa energía que llega a este mundo procedente de su estrella es similar a la que alcanza a nuestro Marte, pero desconocemos muchos datos para saber cómo es este mundo en realidad. El descubrimiento de estas condiciones hostiles debería ser motivo de celebración. Como el filósofo Nick Bostrom dijo una vez :

"El silencio del cielo de la noche es de oro… en la búsqueda de vida extraterrestre, que no haya noticias es buena noticia. Promete un gran potencial futuro para la humanidad."

Me asusta mas el pensar que algún día, todo tiene que llegar a su fin, que saber como voy a pagar el arriendo de la casa... saludos portalianos y gracias por pasar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario